Las buenas intenciones no bastan y los precios de garantía son la prueba de cómo un programa que inicia con la buena intención de ayudar a los pequeños productores sin afectar a consumidores termina fracasando.
El comisariado ejidal del Ejido Guasave, Juan Manuel Rosas Leal, comentó que son muchos años ya, no es de ahora ni del año pasado, que el sector se enfrenta a una crisis económica por la comercialización; hoy más crítica por la falta de agua.
“Nosotros seguimos pidiendo que llueva; sin embargo, las primeras cosechas de frijol en el Ejido Guasave , los socios estuvieron vendiendo a 28 pesos, luego cayó a 21 y a 23; un precio muy volátil”, señaló.
Este ciclo otoño-invierno las cosechas terminan en abril; se cierra en mayo y se acabó, externó.
