Autoridades del INAH y el Ayuntamiento de Guasave buscan declarar como zona arqueológica protegida la isla de Macapule, donde el arqueólogo Rodrigo Vivero Miranda, de la Universidad de Oklahoma localizó en día pasados vestigios de cerámica prehispánica y restos humanos, que pone en evidencia que Guasave fue un punto fronterizo de Mesoamérica y de intercambio cultural.
Para constatar este hallazgo, hoy se trasladaron hasta la Isla de Macapule, casi frente El Tortugo, una comitiva encabezada por el alcalde Martín Ahumada Quintero; el director del Centro INAH, Servando Rojo Quintero; el arqueólogo Rodrigo Vivero Miranda, además de personal de la Dirección de Educación, regidores y directivos del ejido Salvador Alvarado, a la que pertenece este predio.
Rodrigo Vivero Miranda, explicó que en este sitio costero localizaron principalmente fragmentos de cerámica de barro, algunos con las mismas características del Sitio 117, de Chorohui, de tipo bicromática (dos colores), policroma (tres colores), cerámica grafiada (con grabado bajo relieve), que pueden tener un fechamiento relativo, del 700 al 1400 A.C., pero el asentamiento pudo permanecer después de la llegada de los españoles y hay versiones de los ejidatarios, de que todavía hasta principios del siglo pasado hubo presencia de indígenas en la isla.
Explicó que hará un informe de las características del hallazgo, para que sea revisado por el Consejo del INAH a nivel federal, con la posibilidad de iniciar las excavaciones en el segundo semestre del próximo año, un trabajo en el que darán empleo temporal a pobladores de esa zona y proyectaría a Guasave como destino de turismo cultural.
Precisó que la investigación parte del Sitio 117, en Chorohui, donde en 1938, Gordon F. Ekholm localizó cerámica y osamentas, y se incluyeron en este estudio 17 puntos, desde este lugar, hasta Alamito y Caimanero, incluyendo la Isla de Macapule.
Asume que los vestigios de la isla podrían ser de urnas funerarias, donde se observa cerámica y características de los pueblos de Sonora, de Mesoamérica y del sur de Estados Unidos.
El director del Centro INAH Sinaloa, Servando Rojo, explicó que los vestigios arqueológicos son patrimonio de la nación, por lo que el primer paso es que el Cabildo presente una iniciativa, para decretar este sitio como área arqueológica protegida, en coordinación con la SEMARNAT y se coordine posteriormente la exploración del lugar, en un convenio entre el INAH y la Universidad de Oklahoma.
Indicó también, que esto abre la posibilidad de gestionar la repatriación, de las piezas de Guasave que se encuentran en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
El presidente municipal, Martín Ahumada Quintero, consideró que se trata de una importante labor para conocer la historia de nuestros antepasados, por lo que tiene la responsabilidad de colaborar con el arqueólogo Vivero y el INAH y de buscar alternativas para que el gobernador Rubén Rocha Moya, pueda apoyar con recursos este proyecto, a la vez de poder dialogar para ver la forma en la que podemos cuidar esta zona, por lo que próximamente espera recibir al director de la Escuela de Arqueología, de la Universidad de Oklahoma.
En este recorrido, estuvieron los regidores Rafaela Sánchez, Cuautémoc Romero, Julio Iván Villicaña, Martha Yudith Subía, Luis Fernando Velázquez y Angélica María Rábago, directora general de Educación, personal de Protección Civil, encabezado por Hildefonso Castro, la directora de Salud, Andrea Leticia Espinoza y Carlos Sotelo Monge, presidente del comisariado del Ejido Salvador Alvarado.