Pagan, o no salen; en el norte de Sinaloa ya hay indicios de que delincuentes cobran piso, revela trabajo periodistico de NOROESTE.
Productores agrícolas de la región exponen el cobro de piso del que están siendo victimas y que forman parte del catálogo maldito de delitos que comete el crimen organizado para captar recursos ilegales, a través de la extorsión, las amenazas y la violencia.
El mayor miedo que comparten también los empresarios locales en el norte del Estado, es que la actividad del cobro se piso se generalice y abarque a otros giros, pues hay lugares donde se aglutinan los compradores, donde llegan: el que tiene el producto va y lo ofrece, y el comprador lo negocia, se llega a un arreglo y luego se van al campo”,
El denunciante expone que en la salida de Los Mochis a la carretera México 15, en el Lienzo Charro, a las primeras horas de la mañana ahí vas a ver a mucha gente, negociando”.
En noviembre de 2022, el Consejo Estatal de Seguridad Pública comenzó con la difusión de un estudio hiperlocal de percepción sobre seguridad pública y respeto a la ley que se aplicó en las ciudades de Culiacán, Los Mochis y Mazatlán.
El estudio, denominado Percibe, arrojó “avances en la reducción de delitos, como el homicidio doloso y el robo de auto”; sin embargo, la encuesta sí mostró la preocupación de los ciudadanos de las ciudades más importantes de Sinaloa.
Lo más llamativo del estudio es que se preguntó sobre 13 situaciones o hechos de riesgo expuestos para que los ciudadanos respondieran con “Preocupa mucho/Sí preocupa” y todas registraron porcentajes por encima del 50 por ciento “… lo que indica que existe entre la ciudadanía una marcada preocupación por la inseguridad”.
La lista de las situaciones está conformada por balaceras, asaltos, robo a casa habitación, venta o consumo de drogas, robo de autos, agresión a mujeres, colaboración de la policía con delincuentes, secuestro, robo a negocios, extrosiones, estafas, violación y violencia familiar.
En las extorsiones, el 57 por ciento de los encuestados respondió que “sí les preocupa mucho”, el 40 por ciento dijo que poco “le preocupa” y el 6 por ciento que “no le preocupa nada”.
